Estudiantes esperando afuera del Front Porch para la cena del miércoles por la noche. Credit: Dom Floyd / Front Porch, cortesía

Editor’s note: El artículo  fue originalmente escrito en Inglés. La traducción en Español fue hecha por Emilia Pirir.

Después de la pandemia, Front Porch, una cafetería sin fines de lucro basada en la fe, abrió sus puertas para todos los estudiantes y desde entonces ha estado llena a todas horas del día. Está ubicada al final de Foothill Boulevard, cerca del Health Center en campus. 

Front Porch ofrece café y espresso gratis durante el día y organiza otros eventos como una comida gratis cada miércoles. Se mantiene en funcionamiento por donaciones de iglesias locales, miembros de la comunidad y estudiantes voluntarios, según Alana Krull, pasante de Front Porch.

“Este ha sido el año más ocupado que hemos visto”, dice Krull. 

Puede haber entre 500 a 600 personas entrando y saliendo en un día. 

Sus origenes

El terreno donde se encuentra Front Porch es propiedad del Presbiterio de Santa Bárbara y fue comprado en 1952, según Krull. 

Susan Updegrove, miembro de la Primera Iglesia Presbiteriana en el centro de San Luis Obispo, comenzó a cocinar comida para las cenas de los miércoles por la noche de Front Porch en 2004. 

“Se ha evolucionado de 25 personas en un garaje al actual centro ministerial con cafetería, biblioteca y cuartos de estudio”, dijo Updegrove.

A medida que Front Porch se hizo más popular, se hizo clara la necesidad de un edificio más nuevo y grande. En el año 2011, la construcción de un nuevo edificio se completó. El edificio actual incluye una sala de juego con mesa de billar, una biblioteca, espacios de estudio y una cocina equipada. Tiene capacidad para 125 personas. 

Abriendo puertas a estudiantes

Theo Harpaz, un estudiante de estudios interdisciplinarios, empezó a ir a Front Porch en la primavera del año 2023.   

“Mi compañero de cuarto me contó sobre la comunidad y no le creí”, dijo Harpaz. Un lugar en el campus que ofrece café gratis y lugares de estudio no le pareció real. 

Le encanta la comunidad de Front Porch por ser tan amigable y acogedora.

“Todos son [voluntarios], así que todos los que están ahí, es porque quieren estar ahí y se puede notar”, dijo Harpaz. 

Aunque Front Porch es una organización de base cristiana, se abren las puertas a todos. Su misión es “crear un entorno en donde los estudiantes universitarios puedan desarrollar relaciones genuinas y pasar la vida juntos a través de la inclusividad radical”.  

El director ejecutivo Joel Drenckpol se ha mantenido a cargo de la cafetería desde el 2013. Cuando Drenckpol inicialmente consiguió el trabajo, recordaba estar sentado en la sala principal observando los grupos de estudiantes que entraban. 

“Yo quería que cada estudiante que pasaba supiera que son bienvenidos a este lugar”, dijo Drenckpol. 

Una comunidad de voluntarios

Front Porch tiene más de 140 voluntarios estudiantes. Cada voluntario trabaja por una hora preparando lates y tés para estudiantes. Front Porch está abierto a todos los estudiantes de Cuesta y Cal Poly. Según Krull, algunos exalumnos también pasan frecuentemente a trabajar de forma remota desde la cafetería.

Las responsabilidades de los voluntarios incluyen servir bebidas, preparar café nuevo, sacar la basura y limpiar las 400 tazas.  

“Muchas organizaciones sin fines de lucro batallan en encontrar voluntarios, pero afortunadamente nosotros tenemos de sobra”, dijo Krull. 

Además del horario de estudio y de socialización, Front Porch ofrece y organiza otros eventos semanales. Estos incluyen el lunes de hacer tarjetas, martes de salir a caminar, cenas de los miércoles por la noche y espacio compartido de los sábados por la noche. También organizan viajes de campamento trimestralmente y noches de micrófono abierto mensualmente.

Tradición, trivia y unión

Según Krull, uno de sus eventos más populares y el que está pasando por un mayor crecimiento son las cenas de los miércoles por la noche. Aquí es donde una iglesia local o un miembro de la comunidad prepara y dona comida para los estudiantes. 

Las cenas son gratis y ofrecen a estudiantes de las dos escuelas la oportunidad de reunirse y socializar. Un juego de trivia también está incluido. 

Updegrove prepara la misma receta Nicaragüense de arroz y frijoles 3 veces al año para estas cenas. Ella ha sido voluntaria por alrededor de 20 años. 

Su grupo de estudio bíblico la ayuda a pagar y preparar la comida en la cocina de su iglesia. Luego la llevan a Front Porch, donde son recibidos por el personal en la puerta trasera. 

“Prácticamente tienen la rutina dominada”, dijo Updegrove. El personal trabaja rápidamente en conjunto para recalentar la comida en los hornos y preparar los platos a tiempo para que la cena comience a las 6 p.m. 

Aunque Front Porch ofrece estudiantes voluntarios para servir la comida durante las cenas, a Updegrove le encanta mantenerse involucrada. 

“Siempre me gusta servir porque quiero ver a los estudiantes, [y] quiero tener la oportunidad de interactuar con ellos”, dijo Updegrove. 

A ella le encanta conocer al personal voluntario y discutir sobre las preguntas de la trivia con ellos mientras sirven. 

“Siempre que pueda hacerlo lo haré porque realmente me encanta venir. Me encanta estar allí y servir a los estudiantes”, dijo Updegrove. 

Más recientemente, Front Porch ha comenzado a ofrecer música en vivo los miércoles para acompañar las cenas. Según Krull, estos se han vuelto de interés popular junto con la noche de micrófono abierto, ya que en la última se ocuparon todos los asientos. 

Hay “personas sentadas en el suelo o pasando el rato en la cocina, solo para tener la oportunidad de estar en el espacio”, dijo Krull. “[La gente] puede entrar como ellos mismos y no se espera nada a cambio”.